Buenas maneras en el Camino

Lleve una bolsa en la mochila, así evitará dejar basura, el Camino y su naturaleza necesitan su respeto y cuidados.

No altere ni arranque las señales oficiales, flechas amarillas, mojones con el kilometraje, etc., ahorrará sustos a otros peregrinos y malestar a los habitantes del Camino, ellos le pueden sacar de más de un apuro.

Hará muchos kilómetros  y la higiene es fundamental pero tampoco hace falta malgastar el agua estando media hora debajo de la ducha.

Los servicios son cada vez más y mejores, siga  las normas de los hospitaler@s, les facilitará su trabajo, compórtese mejor que en su propia casa, es beneficioso para tod@s.

Sea puntual en sus horas de cierre, piense que aunque quiera ir a la fiesta del pueblo o beber más de la cuenta hay otros peregrinos que necesitan descanso.

No coja nada que no es suyo ni curiosee en mochilas ajenas.

Encontrará compañer@s de diferentes idiomas, culturas y costumbres, disfrute de esa diversidad en un ambiente distendido.

Tenga en cuenta  que gestos que aquí son normales en otros países están muy mal vistos y hay expresiones que tienen significados diferentes dependiendo del país aunque estén  en el mismo idioma.

Cada persona es un mundo, por ejemplo,  a l@s peregrin@s orientales  no les gusta que les toquen y rara vez nos contarán un problema personal, por el contrario australian@s y sudamerican@s fácilmente nos darán un abrazo.

Las mujeres eligen cómo quieren ser saludadas, en España lo más correcto es estrechar la mano a las casadas o que lo hayan estado, pero como en todas partes son necesarias flexibilidad y empatía.

En el Camino y fuera de él, ante todo educación, respeto, sentido común, responsabilidad...